83 LA CARIDAD. Le pongo como extra, fuera del casco amurallado, por ser el lugar donde me crie hasta los 21 años de edad. Como sabemos monasterio es el convento que está alejado del pueblo y este esta a 4 kilómertros de Ciudad-Rodrigo.
"El Monasterio de la Caridad se encuentra situado a cuatro kilómetros de Ciudad Rodrigo, en la carretera de Monsagro, junto a la localidad de Sanjuanejo. Gran parte de lo que se conserva de él es resultado de la reforma realizada en el siglo XVIII por el gran arquitecto Juan de Sagarvinaga, a quien tanto debe Miróbriga, y puede ser considerada, con toda justicia, como su obra maestra.
Dentro del Monasterio de la Caridad se encontraba el "Libro Becerro de la Caridad", importantísimo documento, imprescindible para el conocimiento de la historia del Monasterio y de Ciudad Rodrigo en general.
En el año 1171 los monjes premostratenses reciben de Gonzalo de Coria la donación del lugar llamado "La Torre", donde se hallaba una vieja iglesia que albergaba una imagen de Nuestra Señora de la Caridad. En este lugar construyen los monjes la iglesia y el convento, cuya estructura, en general, es la misma que se puede ver en la actualidad.
Gracias a las diversas donaciones recibidas de reyes, obispos y fieles, el Monasterio de la Caridad se convertiría pronto en uno de los más ricos de cuantos monasterios poseía la orden premostratense en España.
En 1493 se funda en la Caridad la cofradía de San Blas, "a honra y reverencia del Bienaventurado San Blas". Desde entonces, todos los años, cada 3 de febrero, se enciende una hoguera la víspera y ese día se organiza una romería y se imponen las gargantillas (cintas que se colocan alrededor del cuello, según la superstición para protegerse de las enfermedades de garganta).
A finales del siglo XVI se inician las obras de la portada de la iglesia nueva, sobre otra anterior existente. Esta iglesia es la que actualmente se conserva y dicha fachada es la que da al llamado Patio de las Cadenas. Estas obras fueron dirigidas por Fray Francisco Martín, fraile del Monasterio. No obstante, en este siglo los monjes deciden trasladarse a Ciudad Rodrigo, pero chocan con los intereses de otras comunidades religiosas establecidas en la ciudad, a consecuencia de ello el traslado no llega a realizarse.
En el siglo XVII, durante varios años, el Monasterio sufre las consecuencias de las guerras con Portugal. En ese mismo tiempo buena parte del patrimonio histórico artístico de Ciudad Rodrigo sufre daños bastante importantes. Según el "Becerro de la Caridad" fueron treinta y seis años de continuas luchas y enormes pérdidas.
En el siglo XVIII tiene lugar el apogeo primero y la extinción después del Monasterio de la Caridad. A principios de este siglo los monjes ayudan, no se sabe si voluntariamente, a la instauración de la monarquía borbónica en España, colaborando en el alojamiento y sostenimiento de las tropas. A consecuencia de esto nuevamente queda en un estado de considerable miseria económica.
Para colmo de desgracias, en 1755 sufre los efectos del terremoto de Lisboa, a consecuencia de ello todos los edificios del convento pronto comienzan a presentar síntomas de ruina.
Es entonces cuando se encomienda la reedificación de buena parte del monasterio a Juan de Sagarvinaga. El resultado de estas obras es lo que mejor se conserva en la actualidad.
De esta reforma destaca especialmente el claustro, quizá la construcción más brillante de cuantas se hallan en el convento; se trata de un hermoso claustro de estilo herreriano, de incipiente neoclásico.
La iglesia se encuentra, por desgracia, en muy mal estado. Aún así puede adivinarse lo que en su tiempo debió ser un hermoso templo. En su tiempo se hallaba en ella la Asunción de Juan de Mena, actualmente en la Catedral de Ciudad Rodrigo.
Durante la Guerra de la Independencia las tropas napoleónicas utilizan el Monasterio de la Caridad como cuartel, desalojando a los monjes. La Sala Capitular es el lugar donde los franceses discuten sus estrategias militares, con un Cristo colgado del madero al fondo. Tras la rendición de Ciudad Rodrigo el monasterio será utilizado también como almacén de suministros".
En 1835 los monjes abandonan definitivamente el monasterio. Después de casi siete siglos la presencia de los hábitos blancos y el sonido de los cantos litúrgicos dejan de sentirse entre las paredes del Monasterio de la Caridad.
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| Foto sacada por "Pazos" Ciudad-Rodrigo |
Dentro del Monasterio de la Caridad se encontraba el "Libro Becerro de la Caridad", importantísimo documento, imprescindible para el conocimiento de la historia del Monasterio y de Ciudad Rodrigo en general.
En el año 1171 los monjes premostratenses reciben de Gonzalo de Coria la donación del lugar llamado "La Torre", donde se hallaba una vieja iglesia que albergaba una imagen de Nuestra Señora de la Caridad. En este lugar construyen los monjes la iglesia y el convento, cuya estructura, en general, es la misma que se puede ver en la actualidad.
Gracias a las diversas donaciones recibidas de reyes, obispos y fieles, el Monasterio de la Caridad se convertiría pronto en uno de los más ricos de cuantos monasterios poseía la orden premostratense en España.
En 1493 se funda en la Caridad la cofradía de San Blas, "a honra y reverencia del Bienaventurado San Blas". Desde entonces, todos los años, cada 3 de febrero, se enciende una hoguera la víspera y ese día se organiza una romería y se imponen las gargantillas (cintas que se colocan alrededor del cuello, según la superstición para protegerse de las enfermedades de garganta).
A finales del siglo XVI se inician las obras de la portada de la iglesia nueva, sobre otra anterior existente. Esta iglesia es la que actualmente se conserva y dicha fachada es la que da al llamado Patio de las Cadenas. Estas obras fueron dirigidas por Fray Francisco Martín, fraile del Monasterio. No obstante, en este siglo los monjes deciden trasladarse a Ciudad Rodrigo, pero chocan con los intereses de otras comunidades religiosas establecidas en la ciudad, a consecuencia de ello el traslado no llega a realizarse.
En el siglo XVII, durante varios años, el Monasterio sufre las consecuencias de las guerras con Portugal. En ese mismo tiempo buena parte del patrimonio histórico artístico de Ciudad Rodrigo sufre daños bastante importantes. Según el "Becerro de la Caridad" fueron treinta y seis años de continuas luchas y enormes pérdidas.
En el siglo XVIII tiene lugar el apogeo primero y la extinción después del Monasterio de la Caridad. A principios de este siglo los monjes ayudan, no se sabe si voluntariamente, a la instauración de la monarquía borbónica en España, colaborando en el alojamiento y sostenimiento de las tropas. A consecuencia de esto nuevamente queda en un estado de considerable miseria económica.
Para colmo de desgracias, en 1755 sufre los efectos del terremoto de Lisboa, a consecuencia de ello todos los edificios del convento pronto comienzan a presentar síntomas de ruina.
Es entonces cuando se encomienda la reedificación de buena parte del monasterio a Juan de Sagarvinaga. El resultado de estas obras es lo que mejor se conserva en la actualidad.
De esta reforma destaca especialmente el claustro, quizá la construcción más brillante de cuantas se hallan en el convento; se trata de un hermoso claustro de estilo herreriano, de incipiente neoclásico.
La iglesia se encuentra, por desgracia, en muy mal estado. Aún así puede adivinarse lo que en su tiempo debió ser un hermoso templo. En su tiempo se hallaba en ella la Asunción de Juan de Mena, actualmente en la Catedral de Ciudad Rodrigo.
Durante la Guerra de la Independencia las tropas napoleónicas utilizan el Monasterio de la Caridad como cuartel, desalojando a los monjes. La Sala Capitular es el lugar donde los franceses discuten sus estrategias militares, con un Cristo colgado del madero al fondo. Tras la rendición de Ciudad Rodrigo el monasterio será utilizado también como almacén de suministros".
En 1835 los monjes abandonan definitivamente el monasterio. Después de casi siete siglos la presencia de los hábitos blancos y el sonido de los cantos litúrgicos dejan de sentirse entre las paredes del Monasterio de la Caridad.
Durante la guerra civil fue campo de concentración franquista. Puede incorporarlo a su historia.
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